10/11/11

Sobre el Paquete Vrinda, por Astika das

por Astika das

Las respuestas de Tripurari Swami sobre el tema del Guru Tattva provocaron tanto revuelo entre los devotos suramericanos que fue necesario organizar un foro que duró 8 días (del 16 al 24 de enero del presente año), y en el cual campean dos tendencias irreconciliables. Por un lado están los devotos que forman el ala conservadora, aquellos que visualizan al guru como el propietario absoluto del discípulo; y por el otro lado, el ala liberal, aquellos que promueven la necesidad de cuestionar.

En la reseña que apareció en El Tambor Rugiente sobre dicho foro, aparece al inicio lo siguiente sobre Atulananda das: “Srila Atulananda acarya fue descubierto mientras manipulaba descaradamente los conceptos de la tradición genuina vaisnava o de Bhakti yoga..." Eso suena como si Atulananda fuera un político mañoso que manipula las cosas a su favor. Yo no pienso que ese sea el caso. Conociendo a Atulananda, yo más bien pienso que la posición fascista que adoptó durante el tiempo que duró el foro es su manera natural de pensar. Dicha manera fascista encaja perfectamente con los planes del líder indiscutible del Paquete Vrinda, Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami.

Todo esto lo conozco muy bien porque en el pasado yo también fui parte del Paquete Vrinda. De hecho, en una ocasión, en mi casa, que era la sede de Vrinda en el D.F., Paramadwiti Swami me mencionó que yo tenía un gran parecido con Atulananda Prabhu (en ese tiempo Atulananda aún no era ni devoto puro ni Acarya). Poco tiempo después, cuando viajé a Chile y pasé unos días en la finca de Peñalolen, conocí a Atulananda gurudev. Inmediatamente pude darme cuenta que, salvo por nuestro común origen burgués y nuestras naturales propensiones intelectuales, Atulananda gurudev y yo no tenemos absolutamente nada en común.

Si yo hubiera cedido a la tentación de convertirme en gurudeva, como sí cedió Atulananda gurudeva, ahora yo sería un devoto puro, un acarya, y no sé cuantos títulos nobiliarios tendría ya; mas, afortunadamente, no sucumbí a la tentación, preferí mantener mi independencia, y por tal motivo ahora tengo que trabajar como Krishna me da a entender para sobrevivir y mantener mi independencia. Una vez en Vrindaban, India, Paramadwaiti Swami me obligo a sentarme a su lado y recibir puja de parte de los devotos de Vrinda. Yo me sentía completamente ridículo sentado en la vyasasana recibiendo adoración de muchos devotos más avanzados espiritualmente que yo. Sin embargo, Atulananda gurudev se tragó la píldora que le ofreció Paramadwaiti Swami, y ahora es adorado como un verdadero acarya de la tradición vaisnava. Cualquier cosa que él diga es aceptada como conocimiento revelado por los devotos de Vrinda.

LOS DOS ACARYAS, ADMIRADORES DE RIUS

Paramadwaiti Swami y Atulananda gurudev son fans de RIUS, el famoso caricaturista mexicano. Antes de ser devoto, yo disfutaba mucho la lectura de los Supermachos, pero tan pronto como me hice devoto perdí el interés en los monos del intelectual mexicano Eduardo Ríos, alias Rius. Sin embargo a los dos acaryas de Vrinda, a pesar de conocer los libros de Srila Prabhupada y de Srila Sridhara Swami, seguían siendo fervientes admiradores de las historietas de Rius. De hecho, Paramadwaiti Swami llegó a confesarme que él consideraba que Rius era el hombre más inteligente del planeta. En esa misma ocasión puso en mis manos una colección de los libros de Srila Prabhupada y me me pidió que se los obsequiara al caricaturista mexicano. Cuando aparecí en la casa de Cuernavaca de Rius, este se sorprendió grandemente y me dijo: “No puedo creer que siendo yo un ateo irredento vengas personalmente a regalarme estos libros religiosos.”

Atulananda gurudeva también siente una gran admiración por las caricaturas de Rius, y por esa razón comenzó a publicar en Suramérica un folletito que presentaba en caricaturas la vida devocional, de la misma forma que Rius presentaba la política mexicana en Los Supermachos. Sin embargo, a pesar de que Rius es un vil karmi, sus monos son muy pícaros, muy simpáticos, sabrosos, e irradian picardía, mientras que los monos de Atulananda gurudeva eran igual de sosos que su autor.

RIUS RECHAZA A BHAKTI ALOKA PARAMADWAITI SWAMI

Paramadwaiti Swami siempre estuvo interesado en conocer personalmente a Rius. En uno de sus frecuentes viajes a México me pidió arreglar una cita con el monero mexicano. Yo me comuniqué por teléfono a Cuernavaca con su editor. Le expliqué que uno de los líderes más importantes a nivel mundial del movimiento Hare Krishna deseaba entrevistarse con Rius. Sin embargo, Rius, quien es sumamente inteligente y perspicaz, se olío que se trataba de unos fanáticos religiosos y rechazó categóricamente la entrevista.

Antes de entrar de lleno a comentar la tormenta de opiniones que provocaron las respuestas de Tripurari Swami entre los vaisnavas suramericanos, cuento todo esto para que los devotos se formen una idea de la personalidad de los protagonistas de este sonado caso.

Atulananda gurudev me recuerda el título de un libro que compila toda la obra del genial escritor norteamericano, Charles Bwkoski: “El CAPITAN SALIO A COMER Y LOS MARINEROS SE ROBARON EL BARCO”. Atulananda Gurudev mandó a su esposa y a sus tres hijos a que se purificaran en Vrindavan mientras que él predicaba en Chile. Cuando decidió visitar allá para constatar el avance espiritual de la familia, se percató que su esposa y sus hijos habían traicionado los ideales de Vrinda y se habían iniciado con Narayana Maharaj.

En un Tambor Batiente relato el sanquintín que se armo en Vrindavan cuando el trascendental acarya gurudev Atulananda recibió esa noticia. Por esos días yo me me dedicaba a traducir El Nectar de la Discriminación, de Kundali das, en un apartamentito que estaba a unos pasos del apartamento de la esposa de Atulananda. La celestial y pacífica atmósfera del dham era interrumpida diariamente durante dos horas por los gritos destemplados de Atulananda gurudeva, quien se sentía herido porque su esposa había traicionado sus expectativas y las de Guru Maharaja, quien no es Sridhara Maharaj sino Paramadwaiti Swami.

DE LLENO SOBRE EL PAQUETE VRINDA

Las respuestas de Tripurari Swami provocaron que dos devotas , la madre Utthara y la madre Karuna renunciaran a sus respectivos gurudevas y buscaran refugio en otras misiones vaisnavas. La madre Utthara renunció a Hridayananda das Goswami, de ISKCON, y buscó refugio en Paramadwaiti Swami. Y la madre Karuna dejó a Paramadwaiti Swami, y se refugió en Bhaktivedanta Narayana maharaj. Estos sucesos ocasionaron que se iniciara una discusión que yo pienso es muy saludable, pues en El Bhagavad-gita Tal Como Es se dice que la discusión en torno del Señor Krishna es muy potente, y todos aquellos que participan en ella salen beneficiados. Precisamente eso es lo que se necesita: discusión entre los devotos. Desafortunadamente, los líderes de Vrinda, acostumbrados como están a la impunidad, rechazan cualquier clase de discusión, escudándose en que no puede haber discusión entre los representantes de Krishna y las tropas ordinarias.

Gouri das, el devoto sicólogo afirma que es necesario aprovechar la oportunidad que está dando Krishna a través de la ,ola de inquietudes que provocaron las respuestas de Tripurari Swami. Pero los líderes de Vrinda no están de acuerdo. Ellos piensan que uno debe agachar la cabeza (que se acuerde Atulananda de Los Agachados de Rius, y de cómo él era un agachado ante Hridayananda), y obedecer sin chistar las órdenes de las autoridades designadas por la jerarquía autocrática.

La posición de la madre Karuna es admirable pues a pesar de que no es discípula de Srila Prabhupada, y de que es mujer, percibió que en Vrinda se practican muchas cosas ajenas al bhakti yoga. Y no sólo percibió la desviación de Vrinda, sino que además tuvo el valor de denunciar esa irregularidad. En una de sus declaraciones, la madre Karuna le dice a Atulananda que se puede ingresar de inmediato a la práctica del bhakti yoga, sin tener que hacerlo de forma paulatina. La respuesta de Atulananda gurudev tiene un aire de verdad, pues afirma que uno comienza practicando vaidhi-bhakti, y paulatinamente se va purificando. Sin embargo, en Vrinda los devotos se estancan permanentemente en vaidhi-bhakti debido a que los intereses que alientan a esa institución son más mercantiles que espirituales.

Atulananda gurudev afirma que el desarrollo es paulatino, que programas como La Revolución de la Cuchara, los programas de Hatha yoga, la Oida terapia son anzuelos para captar a las almas condicionadas. Que no es posible trepar de inmediato hasta la copa del árbol. Mas la madre Karuna dice que en Vrinda los devotos se quedan como changos saltando sobre las ramas sin jamás ascender a la copa del árbol.

En sus libros, Srila Prabhupada explica que uno avanza paulatinamente en el sendero devocional. Por esa razón, estableció el programa de bhaktas. Sin embargo, desde el principio los bhaktas son entrenados a cantar el santo nombre, a escuchar de las literaturas autorizadas, o sea los devotos son entrenados exclusivamente en los 9 angas del servicio devocional y no se desvían hacia programas colaterales, como audioterapia, clases de hatha yoga, revolución de la cuchara.

LA VALIENTE E INSPIRADA RESPUESTA DE LA MADRE KARUNA

La madre Karuna dice: “Srila Prabhupada no nos recomendó ir escalón por escalón, el dijo que podíamos, debíamos practicar el bhakti yoga de una.” Srila Prabhupada sí recomienda avanzar paulatinamente; sin embargo, jamás recomendó la practica de actividades ajenas al bhakti yoga. Por ejemplo cuando yo llegué al templo de Tiburcio Montiel, yo ignoraba hasta el ABC del bhakti yoga. Yo ignoraba que no era el cuerpo. Yo me consideraba como mexicano, varón, pero gracias al proceso rutinario y continuado de bhakti yoga fui aprendiendo que mi ser no era mi cuerpo físico. Gracias a la practica continua del vaidhi bhakti, mi cubierta materialista fue cediendo poco a poco hasta que yo llegué a aceptar que mi verdadera identidad era diferente de mi cuerpo físico.

Una vez que visité el Perú, los devotos me dijeron: “Qué afortunado es usted pues es discípulo de Srila Prabhupada.” Uno de ellos me cuestionó: “¿Qué sintió usted cuando vio por primera vez a Srila Prabhupada?" Para no decepcionar a esos devotos ingenuos, respondí: “Fue bien extático.” Pero en realidad no había sentido nada pues mi conciencia estaba completamente contaminada por los efectos de la mota, del LSD, del peyote, de las películas de Holywood. Pero ahora, después de 32 años de la desaparición de Srila Prabhupada, me siento muy desafortunado por no ser capaz de seguir sus instrucciones, por ser indigno de ser su discípulo. A pesar de haber cantado rondas por más de 30 años aún me siento completamente obnubilado por la ilusión. Siento que no puedo despertar, que estoy sumido en un profundo sopor. Cada vez me siento más atraído a la materia. Mas, en mí, ahora existe una certidumbre que no existía antes de conocer la filosofía de Srila Prabhupada, y eso es que soy una alma espiritual comletamente condicionada por maya. Ya no me ilusiono creyéndome que soy una gran personalidad.

Mas si mi karma en vez de llevarme a Srila Prabhupada en la década de los setentas, me hubiera llevado a conocer a los gurudevas de Vrinda, ahorita anduviera metido en protestas contra los mataderos y practicando la oídoterapia y haciendo machincuepas de hatha yoga.

LA VALIOSA POSICION DE LA MADRE KARUNA

La posición de la madre Karuna es ejemplar. A diferencia de muchos devotos, ella pudo darse cuenta que en Vrinda no se practica bhakti yoga sino Karma yoga, y además tuvo el valor de denunciar el hecho. Hace años yo traté de hacer lo mismo pero no lo logré. En un Tambor Batiente relato el desencantó que sufrí cuando visité la finca de Cundinamarca, en Colombia.

En esa ocasión, Paramadwaiti Swami y otros líderes de Colombia se la pasaban de 10 a 12 horas diariamente discutiendo acerca de la forma de impulsar el sankirtan. Hablaban de organizar la distribución de libros, de la forma de abordar a los karmis, de la distribución de plazas, de cómo conseguir donativos, pero nunca hablaban de mejorar su sadhana. Era algo similar a escuchar a los líderes de la Coca Cola hablando de mercadotecnia. Efectivamente, como un devoto dijo en el foro, Paramadwaiti Swami no canta rondas; aunque durante sus años de sankirtanero en Europa leía continuamente los libros de Srila Prabhupada, dejo de hacerlo cuando se dio cuenta que los devotos latinoamericanos no son lectores. Es carismático, pero no hay sustancia en sus disertaciones. Sus clases son muy atractivas para aquellos que no leen los libros de Srila Prabhupada, pero resultan muy aburridas para aquellos que tenemos algunas nociones de esos libros.

Luego, maharaj Padmanabha mete su cuchara diciendo: “Me parece imprudente considerar que la filosofía de la misión Vrinda es la Revolución de la Cuchara, Oídaterapia, etc. En un sentido sí lo es…” Cuando yo llegué a ISKCON, en 1976, nadie me habló de la oídoterapia (ni siquiera ahora sé qué es eso) ni de machincuepas de hatha yoga. Me dijeron que no era el cuerpo, que era alma espiritual, aham brahmasmi. Tal información me cautivó de inmediato. Estaba completamente fastidiado de las piruetas físicas de la Gran Fraternidad Espiritual, de las discusiones políticas, de la salud alternativa, de la defensa de los animales; el hecho de saber que todas esas cosas no tenían nada que ver con mi verdadero ser, me hizo sentir como me sentía cuando era niño y llegaba a la escuela y me decían: “No va a haber clases porque se enfermó la maestra.”

Me pregunto, ¿qué hubiera sucedido si en vez de hablar los 700 versos de El Bhagavad-gita Tal Como Es, Krishna le hubiera dado a Arjuna clases de hatha yoga y oídoterapia? El hecho de que el proceso de bhaktiyoga sea gradual no significa que su practica requiera de otras disciplinas, como es el karma y el hatha yoga.

LA COMPASIVA CONCLUSION DE ATULANANDA GURUDEVA

Atulananda gurudeva concluye diciendo: “Por favor mi estimada madre tenga más amplitud y no condene lo que no le gusta.” ¿Significa esto que la madre Karuna sí debe condenar aquello que sí le gusta? Algunas veces, el devoto que está tratando de complacer a Krishna hace lo que no le gusta, y otras veces deja de hacer lo que le gusta; sin embargo, esa determinación nace y se va consolidando con la practica contínua del sadhana. Es natural que cuando uno principia a practicar el sendero del bhakti yoga son los gustos, las preferencias, las intuiciones, lo que guían la vida del devoto.

Pero a final de cuentas, eso no es otra cosa que mensajes velados que está enviando Paramatma.